Lasaña tradicional
La lasaña tradicional es uno de los platos más icónicos de la cocina italiana y, por supuesto, no puede faltar en nuestra serie de recetas de pasta. Su popularidad se debe no solo a su delicioso sabor, sino también a su capacidad para adaptarse a diferentes ingredientes y gustos. Aunque su preparación requiere tiempo, no es un plato complicado, por lo que incluso los novatos en la cocina pueden prepararlo sin problemas. ¡El esfuerzo definitivamente vale la pena!
Ideal para congelar y disfrutar en cualquier momento
Una de las grandes ventajas de la lasaña es que es un plato que se puede congelar y descongelar fácilmente. Esto lo convierte en una excelente opción para aquellos días en los que no tienes mucho tiempo para cocinar. Al preparar una bandeja de lasaña, puedes dividirla en porciones, congelarlas y tener listas comidas caseras para días ocupados. Además, su sabor se mantiene intacto, lo que la hace una opción conveniente y deliciosa.
Dos salsas, dos sabores: el secreto de la lasaña perfecta
El secreto de una buena lasaña reside en sus dos salsas principales: la salsa ragú (boloñesa) y la salsa bechamel. Si bien la preparación de ambas salsas requiere un poco más de tiempo, el resultado es un plato con capas de sabor que te transportará a Italia con cada bocado.
Ragú de boloñesa: el corazón de la lasaña
La primera salsa que necesitamos para nuestra lasaña es el ragú de boloñesa, un clásico de la cocina italiana. Esta salsa es la base de cualquier buena lasaña y, como muchas recetas tradicionales, mejora cuanto más tiempo se cocina. El tiempo mínimo de cocción para un buen ragú es de 30 minutos, pero si tienes la posibilidad de dejarlo cocinar durante 2 horas, los sabores se intensificarán y el resultado será increíble. En algunas recetas italianas tradicionales, incluso se deja cocinar durante 4 horas para lograr un sabor aún más profundo.
Una buena opción es preparar el ragú un día antes de montar la lasaña. Esto permite que los sabores se mezclen e intensifiquen, dando como resultado una lasaña aún más sabrosa al día siguiente. Además, esto también te ahorrará tiempo el día que quieras ensamblar y hornear la lasaña.
Salsa bechamel: suavidad y cremosidad en cada capa
La segunda salsa que necesitarás es la salsa bechamel. Aunque puede sonar como una receta complicada por su origen francés, en realidad es muy fácil de preparar si sigues unos sencillos pasos. Esta salsa cremosa, hecha a base de mantequilla, harina, leche entera, nuez moscada y sal, le da a la lasaña su textura suave y cremosa.
El truco para una buena salsa bechamel está en la preparación. Es importante usar leche fría directamente de la nevera y agregarla poco a poco a la mezcla de mantequilla y harina. También es crucial revolver constantemente para evitar la formación de grumos. ¡No tengas miedo de revolver demasiado, ya que es imposible hacerlo en exceso! Con paciencia y atención, lograrás una salsa bechamel perfectamente suave.
Montar la lasaña: una construcción de sabor en capas
Colocar las láminas de lasaña es una tarea que puede recordarte a construir torres en tu infancia. Es un proceso simple, pero importante, para lograr la lasaña perfecta. Comienza con una capa de ragú, luego una capa de láminas de lasaña, seguida de bechamel, y repite el proceso hasta llenar el molde. Termina con una generosa capa de queso rallado para gratinar en el horno.
El gratinado es el toque final que transforma esta receta en un verdadero festín para toda la familia. Después de unos minutos en el horno, el queso se derrite y se dora, creando una capa crujiente y dorada que complementa perfectamente la suavidad de las salsas.
La lasaña: un plato para compartir y disfrutar
La lasaña es el plato perfecto para reuniones familiares o cenas especiales. Su versatilidad, su capacidad para ser preparada con antelación y su inigualable sabor la convierten en una opción ideal para cualquier ocasión. Con esta receta clásica, tendrás un plato que conquistará tanto a los amantes de la cocina italiana como a aquellos que simplemente buscan una comida reconfortante y deliciosa.
¡Buen provecho!
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Lasaña tradicional
Ingredientes
- 500 g de carne molida de res
- 1 cebolla cabezona
- 1 puerro
- 2 ramas de apio
- 2 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- 3 cucharadas de pasta de tomate
- 2 cucharaditas de paprika dulce
- 1 cucharadita de pimentón
- 2 cucharaditas de orégano
- 1 cucharadita de tomillo
- 1 cucharadita de azúcar
- 300 ml de vino tinto (seco)
- 500 ml de caldo fresco
- 1 pizca de pimienta cayena
- ½ cucharadita de sal
- 1 paquete de hojas de lasaña
- aceite para freír
- 2 cucharadas de mantequilla
- 4 cucharadas de harina de trigo
- 500 ml de leche entera
- 1 pizca de nuez moscada
- 150 g de mozarella
- 100 g de parmesano
- ½ cucharadita de sal
Elaboración paso a paso
- Preparación de la salsa boloñesa:Quita la cáscara de la cebolla y los dientes de ajo. Pícalos en cubos finos. Pela la zanahoria y córtala en cubitos. Corta el puerro a lo largo por la mitad, después en medios anillos y lávalo bien. Lava también el apio y córtalo en cubos finos. Presta atención de que todas tienen más o menos el mismo tamaño.
- Calienta una sartén al fuego alto y agrega las cebollas con un poco de aceite. Cuando empiezan a cocer a fuego lento, agrega la carne molida con media cucharadita de sal. Déjalo cocinar por 3-5 minutos.
- Agrega las verduras y el ajo y déjalo cocinar por 5 minutos girándolo. Agrega el pimentón, la paprika dulce y el azúcar. Después agrega la pasta de tomate. Mézclalo bien.
- Añade el orégano, el tomillo y el vino tinto. Déjalo cocinar por 5 minutos, Después agrega el caldo y la hoja de laurel. Déjalo cocinar por mínimo 30 minutos. Clásicamente la salsa se mejora con el tiempo de cocción. En Italia tradicionalmente una buena salsa boloñesa se cocina por 4 horas. Yo recomiendo 2 horas de cocción mínimo.
- Al final prueba la salsa que tenga un sabor bien intenso.
- Preparación de la salsa Bechamel:Calienta una cacerola a fuego medio y añade la mantequilla. Espera hasta que la mantequilla se derrita. Agrega la harina de trigo y revuélvelo bien mientras burbujea.
- Después de 2-3 minutos agrega la leche poco a poco. Revuélvalo bien para que no se queme y para que no quedan grumos. Agrega suficiente leche para crear una masa cremosa pero aún líquida. Agrega sal y la nuez moscada. Prueba la salsa que tenga un sabor bastante salado. Las salsas dan sus aromas a las láminas de lasaña.
- Disponer en capas la lasaña:Calienta el horno a 180-200°C. Ralla finamente el queso parmesano y el queso mozarella. El queso mozarella gratinará la lasaña con una capa cremosa mientras que el queso parmesano regala un sabor intenso y aromático. Por eso recomiendo la combinación de los dos tipos de queso.
- Para disponer en capas la lasaña empieza con un poco de salsa de béchamel al piso del molde. Apila una fila de hojas de lasaña y después una fila de la salsa de boloñesa.
- Sobrepone un poco de la salsa de béchamel con unos cuantas manos del parmesano rallado.
- Continúa aplicando las capas hasta que tengas casi la misma altura que el molde. Al final agrega el resto del queso.
- Pon la lasaña al horno y déjalo hornear por 30-40 minutos. Guten Appetit!
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