Bulgogi
Cuando se habla de la cocina coreana, el Bulgogi es, sin duda, una de las estrellas más destacadas. Con su exquisito sabor y delicada textura, este plato ha conquistado los corazones de personas en todo el mundo.
Bulgogi, que literalmente significa “carne al fuego”, tiene una larga y orgullosa tradición en la gastronomía coreana. Sus raíces se remontan a tiempos antiguos, cuando los trozos de carne en finas láminas se marinaban en salsa de soja, ajo y otras especias, para luego asarse a la parrilla sobre un fuego abierto. Con el paso de los siglos, la receta ha evolucionado, pero la esencia del Bulgogi se ha mantenido: carne tierna y sabrosa cocinada a la parrilla.
El corazón del Bulgogi es, sin duda, la carne. Tradicionalmente, se utiliza carne de res cortada en finas lonchas, pero hoy en día también existen variaciones con pollo o cerdo. La carne se marina en una mezcla especial que le otorga ese sabor característico y la hace increíblemente tierna y jugosa.
El Bulgogi se puede preparar a la parrilla tradicional o en una sartén. Las finas lonchas de carne se cocinan a la parrilla hasta adquirir un hermoso color dorado y desprender su fragancia aromática. El resultado es un plato que deleita al paladar y enriquece los sentidos.
¿Con qué acompañar el Bulgogi?
Hay una variedad de guarniciones que pueden complementar el Bulgogi. Por supuesto, no puede faltar el arroz y el kimchi al más puro estilo coreano. Ingredientes frescos como el pepino o la lechuga son también excelentes adiciones. Todo se completa con un toque de semillas de sésamo o verduras encurtidas como las setas.
Así, el Bulgogi se puede disfrutar como una comida completa, combinando diferentes sabores y texturas en una perfecta armonía coreana. Bulgogi no es solo un plato; es una experiencia sensorial que ofrece una ventana a la rica cultura y cocina de Corea.
Si aún no has tenido la oportunidad de probar este delicioso plato de asado coreano, ¡definitivamente deberías hacerlo! Con esta receta, tienes la oportunidad de sumergirte en el mundo tradicional coreano.
Como mi esposo vivió en Corea durante un tiempo y conoce la cocina coreana auténtica, él ha aprobado esta receta como tradicional y genuina. ¿Entonces, a qué esperas? Vamos a la cocina y disfrutemos de esta delicia.
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Indonesia: Gado Gado, Corea: Bulgogi, Japón: Sopa de Miso, Tailandia: Tom Kha Gai
Bulgogi
Ingredientes
- 600 g de solomillo de res
- 100 g de zanahorias
- 50 g de cebolla cabezona
- 40 g de cebolla larga
- 5-8 dientes de ajo (al gusto)
- 1 rodaja de piña fresca (2cm)
- 35 g de azúcar moreno
- 30 g de ajonjolí
- 60 g de salsa de soya
- 1 pizca de pimienta
- pimienta de cayena al gusto
Elaboración paso a paso
- Pela y ralla la zanahoria, corta la cebolla larga en aros finos, quita la cáscara de la cebolla y córtala en finas tiras.
- Quita la cáscara y el centro de la piña y córtala en pedazos gruesos. Quita la cáscara de los dientes de ajo y ponlos juntos con la piña en una licuadora hasta que tengas una masa blanda. Ahora agrega la salsa de soya, el azúcar y el aceite con una pizca de pimienta y opcionalmente la pimienta de cayena. Mézclalo muy bien.
- Corta la carne en tiras finas y ponla en un bol con el puré de piña y las verduras. Mezcla todo muy bien y déjalo reposar en la nevera por mínimo 30 minutos.
- Calienta una sartén a fuego alto y añade la carne. Lo mejor es escurrir el adobo previamente para que no se queme. Voltea las rebanadas de carne después de unos minutos. Hacia el final, reduce la temperatura del fuego y agrega el adobo restante para que se caliente y puedas servirse el bulgogi. Guten Appetit!
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