Los pretzels son un símbolo inconfundible del arte de la panadería alemana. Encarnan la combinación perfecta de masa suave y el incomparable sabor de la sosa cáustica. Antes de hornearlos, se baña la masa con una mezcla de agua y bicarbonato de sodio.En Alemania los puedes conseguir en casi todas las panaderías y, además de la versión clásica con sal gruesa, algunas también tienen diferentes variaciones de los pretzels, como los gratinados con queso o con muchas semillas encima como ajonjolí, pipas de calabaza, semillas de girasol o semillas de amapola.
Amasa la harina de trigo, sal, levadura seca, agua tibia y mantequilla hasta que obtengas una masa suave y déjala reposar tapada durante 1 hora.
Divide la masa en porciones y forme rollos largos. Luego trenzar en pretzels.
Pon a hervir agua y bicarbonato de sodio en una olla. Baña los pretzels en ella durante 30 segundos y colócalos en una bandeja para horno forrada con papel de horno.
Espolvorear con sal gruesa y hornea en horno precalentado a 220°C durante unos 15-20 minutos hasta que se doren. Guten Appetit!